Publicado en El Mundo el 7 de abril de 2022:  https://www.elmundo.es/opinion/columnistas/2022/04/07/624da49ce4d4d809138b457c.html

Desde que comenzó la invasión de Ucrania hemos descubierto que algunas personas viven muy preocupadas por la hipocresía. Y, en concreto, por lo que entienden como la hipocresía de OccidenteCreen que nuestra respuesta a la agresión rusa es parcial e injusta:no la juzgamos con el mismo rasero que aplicamos a otros países, y sobre todo a EEUU. No es que ellos sean putinófilos, explican -es más, les molesta que se diga esto de ellos-; sencillamente les indigna la doble moral que impera en nuestros debates. No se consideran prorrusos sino más bien antihipócritas.

En principio, no es descabellado acusar a Occidente de cierta hipocresía ante esta guerra. Por lo general, nuestra opinión pública se conmueve con el sufrimiento de los ucranianos y apoya su causa. Sin embargo, no estamos dispuestos a hacer aquello que más podría ayudarlos: combatir a su lado. Tampoco queremos renunciar al gas y el petróleo rusos por el efecto que tendría en nuestras facturas. ¿Es esto hipocresía? Yo pienso más bien que hay una honda y áspera comprensión del coste de estas acciones. Como señaló Juan Claudio de Ramón, la posibilidad de una guerra nuclear actúa como el gran sobreentendido de nuestro debate sobre la ayuda a Ucrania; lo mismo se puede decir de un empobrecimiento generalizado debido a las sanciones.

No parece, en fin, que tomar decisiones difíciles sea lo mismo que la hipocresía. Pero el caso es que las inquietudes de nuestros antihipócritas no van por este camino. Más bien les indigna que los muertos ucranianos provoquen más consternación que otros muertos: sobre todo, los del Dombás y los de Irak. Lo llamativo es que sus reproches no buscan ensanchar el perímetro de nuestra compasión, sino reducirlo. No buscan que recordemos a las víctimas iraquíes, sino que dejemos de prestar tanta atención a las ucranianas. Y también hay una sorprendente parcialidad en los ejemplos que citan: ¿por qué, en su búsqueda de bolsas de sufrimiento pretérito que conmovieron menos que Ucrania, nunca mencionan los casos de Chechenia o de Siria, tan relevantes para entender la política y el militarismo de la Rusia actual? En definitiva, ¿les preocupa el dolor causado por todas las guerras, o más bien les preocupan las consecuencias de que nos fijemos en el dolor causado por esta? Si la RAE define la hipocresía como «fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan», ¿quiénes son aquí los verdaderos hipócritas?