«Tengo la sensación de encontrarme en el lado equivocado de la Historia». Me lo dijo hace unas semanas un amigo británico, profesor de literatura española en una universidad inglesa. Estábamos en Londres y, al otro lado de la ventana, desfilaba una monótona procesión de paraguas. «¡Y aún no he cumplido los cuarenta!», añadió mi interlocutor con una mezcla de amargura e ironía. Evidentemente, le acababa de preguntar acerca del Brexit y de las elecciones generales que se celebran hoy mismo. Mi interlocutor, que en 2016 votó en contra de la salida de la UE y sigue convencido de que es una pésima idea, tenía la sensación de que al fin iba a suceder. Que Boris Johnson obtendría en estas elecciones la mayoría parlamentaria suficiente para aprobar su acuerdo de salida. Que el Reino Unido finalmente abandonaría la Unión Europea en enero de 2020. Y que el país que quedaría entonces sería muy distinto del que él habría deseado.

Las últimas encuestas confirman esa intuición: Johnson va camino de una mayoría absoluta. Siempre se pueden producir sorpresas, pero todo apunta a que hoy entraremos en la fase final del Brexit. [Seguir leyendo en El Mundo.]